El secreto de Voldemort ha sido descubierto por Harry Potter, su gran enemigo, y el miedo se apodera de su cuerpo, pero a su vez también crecen las ganas de derrotar al joven mago. Harry, Hermione y Ron buscan los horrocruxes para destruirlos y debilitar a Voldemort, y en consecuencia acabar con él.
Cuando Harry entro en aquella casa, era evidente que tramaba algo, se dirigió directamente a la habitación del duende Griphook, el único que podía conseguir que entrarán en el banco de los Gringoots, y le ofreció la espada de Gryffindor a cambio de su ayuda, el duende acepto, a pesar de conocer la dificultad de entrar en dicho banco, y se pusieron manos a la obra. Antes de teletransportarse hacia el banco, Hermione utilizo la poción multijugos para pasar a ser Bellatrix Lestrange y Ron también cambio su apariencia. Una vez ya cerca del banco, Harry y Griphook se escondieron bajo la capa de invisibilidad y se dirigieron hacia el mismo. Consiguieron engañar a los duendes, aunque por poco, y dirigiéndose a la cúpula Lestrange cayeron al vacío y la magia dejó de funcionar. Tras superar al dragón, llegaron a su destino y consiguieron la copa de Helga, escapando de allí subidos en el dragón. Destruyeron el horrocrux y Harry pudo ver el dolor en Voldemort, pero también su ira.
El siguiente paso era encontrar y destruir la diadema de Rowena Ravenclaw, que estaba en algún sitio de Hogwarts. Entraron a escondidas, pues el director era Snape, pero les vieron y empezó la persecución, salvados por Aberforth, el cual los hizo entrar en una especie de refugio dentro de Hogwarts, donde estaban todos los magos que iban en contra de Snape tras el cuadro de su hermana. La alegría fue inmensa tras ver a Harry, Hermione y Ron, enseguida preguntaron por un plan. La revolución irrumpió en la cena y consiguieron echar a Severus, pero sabían que Voldemort iba a ir a por ellos, necesitaban tiempo y Mcgonagall se encargó de ello. Tras lanzar un hechizo, los caballeros de las paredes de Hogwarts cobraron vida para defender el instituto y, tras lanzar otro, una gran cúpula recubrió todo el recinto. Mientras tanto, Harry buscaba el horrocrux, y Luna le dió la clave para encontrarlo, preguntar a la dueña, y eso hizo. Conversó con Helena, y finalmente esta cedió y le dijo donde encontrarlo. Voldemort y sus hombres empezaron a intentar destruir la cúpula que recubría el cielo de Hogwarts. Voldemort entro en Hogwarts en forma de fuego, incendiando la sala, pero Harry y sus amigos con la diadema en su poder consiguieron escapar, para después destruir el horrocrux, causando más dolor e ira en Voldemort, la guerra se ponía tensa. Al destruir la diadema, Harry uso su conexión con Voldemort para localizar la serpiente Nagini, el siguiente horrocrux y fueron a por ella. Se encontraron a Voldemort con el director, y el primero acabó con la vida del segundo, ya que necesitaba el control total de la varita de saúco. Mientras Snape agonizaba, Harry habló con él, recogiendo sus últimas lágrimas para echarlas en el pensadero.
Los hombres de Voldemort consiguieron entrar en Hogwarts, contaban con gigantes y arañas en sus filas, todo era un caos, y tras el ataque sonaron las voces de la serpiente en la cabeza de Harry, Voldemort retiraba a sus hombres y retaba a Harry a luchar en el bosque. El joven mago al ver la destrucción que había causado en Hogwarts decidió aceptar. Antes de dirigirse hacia el bosque, vertió las lágrimas de Snape en el pensadero como bien le había prometido, y descubrió que una parte de Voldemort habitaba en él, y que para matar al mismo tendría que morir él también. Ya en el bosque, Harry sacó la piedra de la resurrección, y gracias a eso pudo hablar con sus seres queridos fallecidos, los cuales le dijeron que siempre estarían a su lado. Voldemort y Harry, cara a cara, con un ataque Voldemort acabó con Potter, o eso creía. Realmente el mago entró en una especie de trance, donde se encontró con Dumbledore, y tuvieron una larga conversación. Mientras tanto, Voldemort y sus hombres llevaron el cuerpo "muerto" de Harry a Hogwarts, para proclamarse líder de todo, y se vio un cara a cara entre ambos bandos como en un campo de batalla. Entre habladurías, Harry despertó y comenzó la lucha final. Todos luchaban contra todos, Harry sabía que tenía que acabar con la serpiente para poder vencer a Voldemort, y así ocurrió, pero no murió a manos de Harry, fue Neville. Esto le dio la fuerza necesaria a Harry y se la arrebató a Voldemort, y el joven mago acabó con él.
La guerra había acabado a favor del bando de Hogwarts y la calma por fin era posible.
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