Kathryn Ann Bigelow
El pasado viernes 8 de marzo se celebró el día internacional de la mujer, en el cual miles de mujeres de todo el mundo alzan su voz para luchar por la igualdad, acabar con la violencia de género, la discriminación, entre otros problemas que deberían no haber existido.
Aprovechando que este suceso es muy reciente, quiero dar reconocimiento a todas las cinéfilas que han aportado su granito de arena a este mundillo, pero en especial a Kathryn Ann Bigelow, directora de cine, guionista y productora estadounidense que ha dejado su huella en la historia del cine siendo la primera directora mujer en ganar un Oscar por mejor dirección, rompiendo el techo de cristal.
Kathryn nació en California, EEUU, en 1951. Hija de un fabricante de pinturas y una bibliotecaria que, principalmente, quería seguir los pasos de su padre siendo pintora, hasta que llegó a su vida Milos Forman, su profesor de universidad, y acabó dedicando su vida al cine, en parte, gracias a él.
Su carrera como cineasta empieza con The Loveless (1983), una trama sobre moteros. Su siguiente obra, su primera dirección individual, recibiría el nombre de Near Dark (1987) un cine sobre vampiros. A esta le seguiría Acero Azul (1990). Estas no fueron películas reconocidas pero fueron un impulso para consolidar la carrera de Kathryn.
La directora realizó otras películas a parte de las nombradas, anterior y posteriormente a la joya de la corona, estas son: Point Break (1991), Días Extraños (1995), El peso del agua (2000), The widowmaker (2002), Zero Dark Thirty (2012) y Detroit (2017).
Tras mencionar las películas en las que ha trabajado la directora estadounidense, vamos con el plato fuerte, la film que permitió a Kathryn entrar en la historia del cine, pero no solo a ella, también a todas las mujeres. La película es En tierra hostil (2010) donde los integrantes de un comando especializado en desactivación de explosivos durante la guerra de Irak se enfrentan a las dificultades de la misma. Esta obra, como bien he mencionado, ganó el premio Oscar a mejor dirección, además de ser la mejor película, el mejor guion original (Mark Boal), mejor montaje (Chris Innis, Bob Muraski), mejor sonido (Paul N.J. Ottosson, Ray) y mejor edición de sonido (Paul N.J. Ottosson), acabando la velada con seis estatuillas.
Un claro ejemplo a seguir y una gran figura femenina que da alas a todas aquellas jóvenes para perseguir sus sueños y alcanzarlos, igual que hizo ella.
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